Como un barco tu boca a la deriva
y se deja arrastrar por la corriente
de un rápido o un labio que la tiente
en un beso o un rio de saliva.
Y tu lengua, que presa, que cautiva
y de tu ojo, en mi boca, clava el diente,
tu cuerpo se retuerce y la serpiente
del rio, en el placer, intempestiva
nos arrastra hasta el fondo y lo profundo
de tu sexo. Tu vida, amor, mi mundo.
Nuestro cuerpo en la red del universo.
La luna sobre el mar de nuestro ombligo
el amor con tu cara y mi reverso.
Bajo un cielo de estrellas: yo contigo.
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